A la vida hay que ponerle color...
¡y también a nuestro entorno!
Por eso, este fin de semana nos
dedicamos a pintar nuestra habitación. Yo tenía muy claro que quería incluir el
morado; pero el Fulano no estaba nada
convencido de que pusiéramos un color de
mujer. Y es que ya saben que nuestra generación creció con esos
estereotipos muy marcados, aunque a veces ni cuenta nos demos. Decidió darme
gusto. Al final, creo que sí le gustó. Al menos, eso dijo.
Antes |
Durante |
Después |
Nota: Con la ayuda de mi familia, cumplí la
meta #22 de mi lista: Mis 30 antes de los 30. :)
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