Cuando estudiaba la preparatoria
(o tal vez el último año de secundaria, no recuerdo bien) me dio la gana de
hacerme un piercing en el labio.
Hubiera sido imposible que mis padres me apoyaran en esa decisión, y como no
tenía el presupuesto para ir a hacérmelo en algún lugar que fuera seguro creí
que la mejor opción era hacérmelo en casa. Luego por breve tiempo lo volví a
usar al iniciar la universidad.
Así me veía hace un par de años |
Hace dos años sentí la necesidad
de volver a ponérmelo, pero el orificio estaba más que cerrado y yo ya no me
consideraba lo suficientemente valiente para perforarme yo misma. Así que
estuve buscando las mejores opciones por el rumbo (en ese entonces vivíamos al
sur de la Ciudad) y fue así como di con uno de los mejores estudios: Evolution Tattoos & Piercing. En
realidad no tuve problemas por la perforación en el trabajo, pero sí con mi
hijo que al estar todavía muy pequeño le llamaba mucho la atención y quería
jalarlo, tocarlo, apachurrarlo. De pronto se me aventaba hacia la cara para que
lo besara y me dio mucho temor lastimarlo, así que opté por quitármelo una vez
más.
Semanas atrás comencé con
la cosquillita de volver a ponérmelo. Pero ahora, al vivir al norte de la
Ciudad, no me resultaba tan fácil ir a Evolution. Se me presentaron otras
opciones, incluso mucho más económicas, pero no las tomé porque antes que otra cosa
está la tranquilidad de acudir a un lugar completamente en regla, que cumple
con las normas de sanidad nacionales y se apega a estándares internacionales. Así
que decidí esperar.
El jueves de la semana pasada tuve cita con un
cirujano de columna en la Colonia Roma para dar seguimiento a mi malestar de la
espalda. Quedé con mi esposo que saliendo de mi consulta me acercaría a su
trabajo para regresar juntos a casa. Al salir de la consulta me percaté que
estaba tan sólo a unas cuadras del estudio, así que no podía desaprovechar la
oportunidad. Caminé a la plazuelita donde se encontraban pero me encontré un
anunció que decía que se habían cambiado a media cuadra, así que continué
caminando hasta llegar a sus nuevas instalaciones. El lugar me pareció más
amplio y con mucha luz. Me gustó para ir a tatuarme un día de estos.
El resultado de esta visita |
Después de una corta espera,
Snake me atendió mostrándome los tipos de aretes que tienen para el labio.
Llené un formato que es necesario para hacerte cualquier modificación corporal
en el establecimiento y en uno de los cubículos me hizo la perforación mientras
platicamos un poco. Debo reconocer que el resultado me encantó. Las veces
anteriores usé el piercing al centro
del labio inferior. Pero esta vez me lo hice del lado derecho, y me gustó mucho
más.
Cuéntame, ¿tienes alguna perforación o tatuaje?
Nota: Con esta
visita he logrado la meta #24 de mi lista: Mis
30 antes de los 30 :)